La semana pasada probé por primera vez un coche eléctrico, y empecé por la Champions League de estos artilugios. Aprovechando un viaje de Saúl de Madrid a París, quedamos para comer y probé su coche sin tubo de escape.

Ya que me pide que desarrolle eso que digo de “diésel pijo”, venga ahí va: en plan sensaciones se parece a un diésel con mucho par (y con variador en lugar de marchas), por eso del par brutal sin un sonido a motor gordo que lo acompañe, pero en plan pijo. Y digo en plan pijo porque no transmite vibraciones al habitáculo, y como el sonido de los diésel no aporta nada, en este caso estaría silenciado al 100%. Un diésel sin todo lo malo de los diésel (sonido, vibraciones, contaminación…) pero sin su autonomía, claro…

Ahora voy con lo que mi condición de Petrol Head me obliga a decir: Es un coche mudo que vendió su alma al diablo a cambio de ser muy muy rápido y silencioso. Un Mercedes Clase S muteado que hace muy bien su trabajo como medio de transporte.

Por mi parte seguiré conduciendo los ruidosos, contaminantes, vibrones, y ligeros coches con motor de combustión mientras existan. Ya habrá tiempo de pasarse a los coches de Nueva Nueva York en Demolition Man cuando sea un abuelo xd.