10 horas de pintura secándose: 200.000 views.
Al sobre.
Ahora que están de moda las centrales nucelares por la serie Chernobyl, seguro que a más de uno le interesa saber cómo repostan.
Estoy terminando de ver la serie Chernobyl y sí, es muy buena. Como sabéis Anna es ucraniana, nació en Rivne, a unos 300km al oeste de Prípiat, en 1992. Su familia vivió todo aquel dramote, y dice que es muy realista. Ellos tuvieron mucha suerte porque el día del desastre y los días sucesivos, el aire sopló para Bielorrusia. Como único fallo dice que la peña no se llama por su nombre NUNCA. No oirás a nadie decir “VLADIMIR” en Ucrania ni en Rusia, todos los nombres tienen diminutivos. Es comparable a llamar aquí a la gente por su nombre y su apellido. “Eh, qué pasa Juan Rodríguez Pérez”. Por lo demás es una pasada lo bien ambientada que está, y lo bien que lo explican todo. Le doy un sobresaliente alto.
Como anécdota os diré que antes de tener un hijo con Anna, consulté los niveles de radiactividad de Rivne meses antes del accidente, meses después, día por día, para ver si hubo mucha influencia por el accidente. Está todo documentado. Subir subió, pero muy muy poco (si el nivel normal es 8, subió a 12 en días posteriores, que sigue siendo un valor despreciable). No quería que me saliese un hijo con 5 brazos, aunque si viviésemos en Murcia me habría venido de p.madre para recoger limones.
Hoy toca receta: el mejor desayuno del mundo.
Seguramente no sea el mejor, pero es muy bueno, y por supuesto mucho mejor que desayunar bollos.