¿Quieres aprender chino desde cero? ¿Te han dicho que lo puedes hacer mientras duermes? Lo cierto es que aprender mandarín implica una inversión de tiempo bastante más grande que en el caso de otras lenguas más o menos emparentadas con el español. Es decir, no hay una forma de “aprender chino fácil”, pero si somos principiantes o estamos en un nivel básico y no contamos con mucho tiempo, es posible que la mejor opción consista en centrarnos en una habilidad, ya sea escuchar y hablar, leer o escribir. De hecho, el sistema de exámenes del Instituto Confucio (HSK), máxima autoridad en la enseñanza del mandarín estándar y simplificado, ofrece dos tipos de pruebas: una para evaluar la escritura y la comprensión auditiva y lectora, y otra para el mandarín oral, aunque la mayoría se conforma con hacer solo la primera, que también es la más requerida en el mundo profesional.