El cerebro del proyecto fue un profesor de ciencias y activista político, Makuka Nkoloso, que había luchado contra los nazis y por la liberación de su país, y en 1960 había fundado la Zambia National Academy of Science, Space Research and Philosophy. Diseñó un cohete, el D-Kalu, y un sistema de lanzamiento, y reclutó como astronautas a diez hombres y una adolescente de 17 años, mujer y de color, destinada a ser la primera en pisar Marte. Con la tripulación viajarían diez gatos previamente entrenados dentro de bidones que lanzaban cuesta abajo para simular el movimiento del cohete. Los hacían trepar por unas cuerdas y luego los dejaban caer para que sintieran la ingravidez. Y les acompañaría un misionero al que habían aleccionado para que fuera respetuoso con los marcianos y no los forzara a convertirse al cristianismo si presentaban resistencia. @lavanguardia