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Siempre estará en el recuerdo (y en los estómagos) de sus vecinos
Bartomeu denuncia a Auronplay por llamarle Nobita, y ahora esto…
Normalmente amenazan con demandarnos por cosas que hemos publicado, pero hacerlo por titulares de otros ya es el colmo. Señores del @GranadaCdeF, sus abogados deberían revisar el VAR antes de mandar requerimientos. pic.twitter.com/rZvMq1rOVu
— El Mundo Today (@elmundotoday) October 4, 2019
Les habrán pasado una captura fake por whatsapp, y sus abogados del pleistoceno habrán tirado palante.
Cuando se viralizó el vídeo de un policía de Honk Kong disparando a quemarropa a un manifestante, me olía mucho la tostada, ya que no teníamos contexto, y que un policía dispare así no es normal.
Bueno, pues ya tenemos el contexto:
Ahí va el vídeo:
Y por si alguien cae en el socorrido “ad-hominem”… The New York Times haciendo el mismo análisis:
Interesante artículo de @anisokoria, una mujer que ya ha pasado por este blog con su charla sobre feminismo hegemónico en TEDx.
Las mujeres somos más sensibles, más emocionales y todo nos afecta más, o al menos esto es lo que nos trasmiten desde el feminismo hegemónico, cuyas representantes se han empeñado en deleitarnos con sus constantes revelaciones sobre el calvario que supone ser mujer.
Que los indices de suicidio masculino tripliquen o cuadripliquen a los de las mujeres en casi todos los paises del mundo, nadie o casi nadie lo considera un problema de género, tampoco se suele mencionar que el 88% de gente que duerme en la calle son hombres. Probablemente escuchemos algo de esto cuando se encuentre la manera de que afecte más a las mujeres. Y es que como dice Daniele Giglioli: “La víctima es el héroe de nuestro tiempo”.
El nuevo héroe es el que no vence nunca porque la vida le supera y prefiere la comodidad de buscar culpables.
Con esta narrativa, el feminismo victimista y hegemónico continúa en su búsqueda por el eterno principe azúl, el hombre que, consciente de su maldad, deconstruye su masculinidad tóxica y se transforma en el caballero blanco de Gillette.