Un debate sobre género se vuelve interesante cuando uno de los participantes defensores de los 1000 géneros califica como “CIS” al presentador. Entonces en ese momento el presentador se siente ofendido, ya que dice identificarse con UN PINGÜINO.
Creo que gente que no acepta las cartas genéticas que le han tocado no se conforma con que respetemos sus decisiones y su forma de entender la vida, quieren que nosotros aceptemos SU realidad y abandonemos LA realidad.
No acabo de entender el problema que hay en asumir que hay gente que se pueda sentir mujer siendo hombre, y a la vez aceptar que no es una mujer. Es otro de esos casos en los que te ves obligado a comprar el pack completo, sin ser para nada una persona transfóbica.
Precisamente porque acepto que la gente trans existe y merece ser considerada en igualdad, no acepto que a la gente trans se le considere algo que no es. Si eres mujer ya no eres trans… Si eres trans, no eres una mujer. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo. Una mujer es una mujer, un hombre es un hombre, una mujer trans es una mujer trans, y un hombre trans es un hombre trans. Podemos jugar con la gramática todo lo que queramos, pero la realidad siempre nos golpeará con su mazo implacable.
Se busca convertir los sexоs en algo similar a las nacionalidades, que vienen a ser un concepto posicional más que algo genético. Puedes tener ADN 100% finlandés, pero si has nacido en Camerún, pues eres camerunés de pleno derecho, aunque seas blanco como la leche. En Euskadi el complejo suele ser tan grande, que a muchos no les sirve que en su DNI ponga que son vascos, necesitan que su nombre y sus apellidos también lo parezcan, así que los modifican para que parezcan vascos (¿Miriam Carmona? Mejor “Miren Karmona”). Al final cuando tú sabes que no eres algo, todos los esfuerzos que haces por demostrar que realmente lo eres, no son más que la constatación de que no lo eres.
Soy hombre, me siento mujer, todos iguales ante la ley y a vivir que son dos días. No le veo más recorrido.