En los años 70, miles de cabezas de pollo llovieron del cielo en Europa, haciendo que los zorros y otros animales salvajes se confundieran y fueran muy felices. ¿Por qué? Estaban llenas de una vacuna para combatir el virus más mortífero conocido por la humanidad: desde los años 30, una epidemia de rabia había arrasado las poblaciones de animales salvajes en Europa y los humanos querían deshacerse por fin del virus de una vez por todas.
La rabia debe su nombre a Lyssa, el antiguo espíritu griego de la rabia, y nos persigue desde hace al menos 4000 años. Puede convertir a los animales en bestias furiosas y a los humanos en zombis que temen el agua. Pero lo que hace fascinante a Lyssa no es sólo lo extraña y mortal que es su infección, sino también lo increíblemente buena que es para evitar nuestras defensas.
Disponibles subtítulos en inglés.
Enviado por Jumy.