Uno de los “asaltantes” era el dueño legítimo del inmueble.
Se fueron de vacaciones y al volver le avisaron de que habían entrado okupas en su propiedad.
El dueño relata que el domingo por la tarde volvió de la playa con su mujer y sus hijas, y fueron hasta la vivienda. No es su residencia habitual, sino su futura residencia habitual, que está “siendo reformada”: “La compramos hace un año. Fuimos a recoger algunas cosas y, cuando llegamos allí metí la llave. Vi que no encajaba“.
Fue entonces cuando, cuenta Víctor, salió el vecino para decirle que había estado intentando localizarlo, pero que no tenía su teléfono. “Os han entrado okupas”, le dijo.
“Como no sabíamos qué nos íbamos a encontrar, cogimos el palo por si acaso y nos dirigimos allí con la intención de desalojar. He estado previamente envuelto en un proceso de desocupación que se ha dilatado cinco años, así que conozco perfectamente el tiempo y el marco legal. Fueron cuatro juicios, más de 20 denuncias y recursos, y no estaba dispuesto a volver a pasar por lo mismo en mi propia casa. El anterior fue un negocio, era algo diferente”, comenta. Y añade: “Ya conozco la ley en este asunto y sé lo brutal que es en contra de los propietarios“.
Los okupas se mostraron “cooperativos” por lo que fueron “invitándoles a salir”. Al entrar en la casa y descubrir que había niños dentro, algo que desconocían previamente, uno de los tres hombres se acercó a ellos y les dijo “id al coche que enseguida sale papi”. Los niños, cuenta Víctor, eran sobrinos de los adultos, y se fueron al coche por su propio pie hasta que salieron los demás con sus pertenencias.
Edit: Casualmente hubo dos acontecimientos similares, pero uno fue en Almería y otro en Murcia, no son el mismo caso. NO tenían contrato de alquiler, eran 100% okupas.
Enviado por Buran1942.
Extra: enviado por ElPerroDeJohnWick:
Buenas finolis. Aquí te dejo una noticia de esas que cuanto mas lees, mas surrealista te parece. Ojo al detalle del ticket de pizza. Un abrazo maryca!
Hortensia, de 97 años, tuvo que marcharse a vivir a una residencia y abandonar su casa en Colmenar Viejo (Madrid). Continuó visitando la vivienda junto a sus familiares los fines de semana para darle de comer a su gato o coger ropa hasta que el pasado 23 de mayo se la okuparon. «Ese día me llamó una vecina para decirme que veía luces dentro de la casa», cuenta su yerno, Javier del Pino, cómo comenzó la pesadilla. Para Javier no es lo más importante, pero llama la atención los gastos de suministros que los okupas están haciendo. «Me han llamado del Canal de Isabel II para preguntarme porqué hay tanto consumo de agua. Las facturas de la luz no quiero ni verlas», relata Javier. En concreto, los intrusos han llenado la piscina y ya han consumido 319.000 litros de agua en tres meses.
«Los okupas enseñaron a la Guardia Civil unos tickets de unas pizzas que habían pedido días antes con la dirección de la vivienda. Les sirvió para demostrar que no estaban cometiendo un delito flagrante», explica Javier. «No puede ser que un ticket tenga mayor validez que unas escrituras para quedarse con una casa», se queja. @elmundo