

Casualmente mi profesor de filosofía (Míkel G.) nos contó también una anécdota similar. Compartió curso con Álex de la Iglesia. Llegó el día del examen y en el folio solo había una pregunta: “¿Por qué?”. Álex contestó “¿Y por qué no?” y sacó un 10.
Luego bajó Spiderman de una nave espacial y se hizo unos burpees en medio del aula.