Enviado por FranciscoG.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio para comparar cómo han cambiado los coches en los últimos 50 años. Para que nos hagamos una idea de las diferencias, la entidad ha puesto frente a frente un modelo actual con su equivalente en los años 1970. El elegido para representar el presente es el Dacia Sandero -el coche más vendido en España en 2024- y para el pasado, el mítico Seat 127, que motorizó a toda una generación de españoles y marcó una época en nuestras carreteras como antes lo había hecho el Seat 600.
La conclusión más sorprendente del estudio de la OCU es que, a pesar de todo lo que ha cambiado un utilitario en 50 años, su precio no se ha disparado más allá de la inflación. La versión más barata del Seat 127 en 1975 costaba 1.014 euros. Hoy, la versión más asequible del Dacia Sandero, ronda los 13.940 euros, lo que supone un aumento de 13,7 veces. Pero si lo comparamos con la subida general de precios, ajustando con el IPC, el coste de la vida se ha multiplicado por 14,6. @lavanguardia
La singularidad de este nuevo plástico reside en su capacidad para mantener la misma resistencia que los derivados del petróleo, pero con la ventaja de desaparecer completamente tras una exposición prolongada a ambientes salinos. En un experimento realizado en un laboratorio de Wako, el material se descompuso por completo tras agitarlo durante una hora en agua de mar.
Al entrar en contacto con la sal, el material se desintegra en sus componentes originales, los cuales son procesados por bacterias presentes de forma natural en el entorno. Este proceso evita la generación de microplásticos y nanoplásticos, dos subproductos que actualmente representan una grave amenaza ambiental y sanitaria. @elconfidencial
La semana pasada ocurrió un hecho relevante en Corea del Norte. La nación presentaba en sociedad un destructor que iba a convertirse en el mayor barco de guerra de la nación, y para ello había anunciado la botadura a bombo y platillo con todo tipo de representaciones políticas. Sin embargo, nada más tocar agua, el barco se hundió y acabó de lado. Kim Jong-un no salía de su asombro y prometió arreglar el buque en el corto plazo. @xataka