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Una empresa japonesa llevaba 60 años esclavizando a ecuatorianos y le ha salido barato: 120.000 dólares a cada víctima.

Una empresa japonesa llevaba 60 años esclavizando a ecuatorianos y le ha salido barato: 120.000 dólares a cada víctima.

“Por más de cinco décadas, Furukawa mantuvo en sus haciendas una práctica análoga a la esclavitud conocida como servidumbre de la gleba. Este sistema consistía en aprovecharse de personas en condiciones de extrema vulnerabilidad para que vivan en campamentos dentro de las haciendas y cosechen abacá en beneficio de Furukawa”. Estas son las primeras líneas de una sentencia histórica en Ecuador que reconoce por primera vez que la millonaria firma a cargo de la producción de esa fibra violó los derechos laborales y humanos de sus trabajadores, tal y como llevan seis años denunciando. También señala a las entidades públicas por omitir la adopción de medidas de prevención y protección, y exige reparaciones integrales que engloban disculpas públicas del Estado y de la empresa, reparaciones económicas o cesiones de tierras y reformas legales para “evitar la impunidad corporativa” u otras prácticas de esclavitud. @elpais

Una empresa japonesa llevaba 60 años esclavizando a ecuatorianos y le ha salido barato: 120.000 dólares a cada víctima.

Enviado por @Thosnod

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Kotoku Wamura, alcalde de un pueblo japonés llamado Fudai, fue objeto de burlas por gastar miles de millones de fondos públicos en una barrera contra los tsunamis, hasta que terminó salvando a la aldea del tsunami de Japón de 2011.

Hola Fino, nada, solo que todo esto me ha hecho recordar a ese japones que se gastó un pastizal para construir una barrera contra tsunamis a tope de power y casi le crucifican por ello, pero luego, años despues de su muerte, resultó que cuando vino un tsunami en 2011, su ciudad se salvo con cero muertos cuando por otros sitios fallecieron miles y miles de personas. Un saludo! @Null

Kotoku Wamura, alcalde de un pueblo japonés llamado Fudai, fue objeto de burlas por gastar miles de millones de fondos públicos en una barrera contra los tsunamis, hasta que terminó salvando a la aldea del tsunami de Japón de 2011.

La construcción duró de 1972 a 1984, tres años antes de que dejara el cargo. Su coste es de 3.560 millones de yenes, compartido entre el gobierno de la prefectura y el gobierno central. El proyecto fue visto como un capricho del alcalde. No es que la gente esté en contra de las compuertas, es que la escala de las compuertas hace que la gente se sienta demasiado extravagante. Hasta el 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 provocó una ola de 66 pies de altura en la isla de Fukubukuro.

Wacun murió en 1998, por lo que no pudo ver de primera mano cómo su amada ciudad sobrevivió gracias a su determinación. Sin embargo, las consecuencias del tsunami llevaron a la gente a visitar su tumba. “Este tipo de cosas siempre han existido, pero ahora estoy muy agradecido”, dijo el entrenador local Yukio Shang. @estudioarquitectos

El gobierno franquista hizo lo mismo con el nuevo cauce del Turia. Una obra faraónica y muy muy cara que ha salvado muchas vidas. No todo se hizo mal.