Ante una frenada inesperada, un coche impacta por detrás al tesla, y éste evita chocar con el vehículo de delante gracias a un rapidísimo volantazo a la izquierda. Un volantazo que un humano difícilmente habría podido hacer, no por reflejos, sino porque primero hay que ver si viene alguien por el carril izquierdo, y en eso los sensores a tiempo real de Tesla siempre llevarán ventaja.