Bop Pop, que ya ha pasado a la etapa de “eh, que en realidad me llamo Roberto Enríquez, antes conocido como Bop Pop” suele manejar un discurso de sutil (o no tanto) superioridad moral por pertenecer a un colectivo determinado. Como que ser gay le diera superpowers de tener rasón.
UTBH, cuidadín con criticar a una “minoría oprimida”, que ‘tocar’ a los seres de luz produce social quínser.