¿Cómo podría uno recuperarse de la infinita falsedad y alevosía de los seres humanos, si no existieran los perros, cuya honesta cara se puede mirar sin desconfianza?
– Arthur Schopenhauer
¿Cómo podría uno recuperarse de la infinita falsedad y alevosía de los seres humanos, si no existieran los perros, cuya honesta cara se puede mirar sin desconfianza?
– Arthur Schopenhauer