Yo veo complicado diferenciarlas… Sobre todo si cada vez que entras al campo te persignas. Crees que si no lo haces igual diosito no te ayuda, y eso, querido amigo, es una superstición. Diosito te querrá igual te persignes o no lo hagas, porque sabe lo que piensas, no necesita que hagas malabares con las manos. Todo esto suponiendo que exista, claro, lo cual es el escoyo principal en este asunto.
Vivimos en un mundo extraño en que un seleccionador de fútbol es el que debe explicarle a una periodista de la radio de nuestros obispos que persignarse no es una superstición, sino un signo de la fe. pic.twitter.com/UyJYokVZDk
— miguel ángel quintana paz (@quintanapaz) July 8, 2024