En el corazón de El Salvador, la megacárcel construida por el presidente Nayib Bukele se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia y el crimen organizado. Entre sus rejas, un pandillero ha hecho una impactante confesión: “Mаté a 500 personas”. Este testimonio revela no solo la brutalidad de la vida en las pandillas, sino también el deseo de redención que puede surgir incluso en los entornos más oscuros. @larepublica
Así es la megacárcel de Bukele.