Un perro que no solo tolera los fuegos artificiales, y los petardos, es que además le gustan.
En 1960, David Latimer sembró una planta dentro de una botella gigante de cristal, y la selló. Solo la abrió en 1972 para regarla. Estuvo viva durante 60 años sin más contacto con el exterior que aquella vez que la regó.
Qué chorprecha, no me lo experava…
—Los datos dan igual. Si los votantes son unos cenutrios
—JAJAJAJA
pic.twitter.com/yTqnDVHG2q— David Pareja (@davidpareja) February 10, 2019