La elegida por casi todas las estrellas de la música, y por Bob Dylan, ha sido Yondr. El método usado por la compañía es sencillo. A la entrada del concierto se pide a cada asistente que deposite su móvil en un estuche de neopreno que lleva incorporado un microchip.
El estuche se cierra y se sella magnéticamente de forma que aunque el dueño quiera abrirlo durante la actuación no pueda hacerlo. Solo mediante una máquina que lo desmagnetice a la salida podrá abrir el sobre y recuperar su aparato. Un método parecido al que tienen las tiendas de ropa o las botellas alcohólicas en los supermercados. @eldiario
¿Por qué lo hacen?
“Después de haber creado esta experiencia sin teléfono en giras recientes, creemos que crea mejores momentos para todos los asistentes. Nuestros ojos se abren un poco más y nuestros sentidos se agudizan ligeramente cuando perdemos la muleta tecnológica a la que nos hemos acostumbrado”.
Aunque se argumentó que quienes no querían pagar más tenían derecho a negarse a hacerlo, Ticketmaster dijo que, al haberse, tradicionalmente, revendido las entradas con aumentos de precio similares, era mejor que los beneficios adicionales fueran a parar a los artistas. En resumen, la práctica es, más o menos, la misma que la de la reventa, salvo que, ahora, se hace de forma “oficial”.
Sin embargo, el frontman de The Cure no está de acuerdo con esto y ha explicado cuál fue el motivo por el que eligió usar la política de “fans verificados” a la hora de vender entradas. De esta forma, al ser nominales, no es tan fácil pasarlas por plataformas de reventa.
“Estábamos convencidos de que las ideas de Ticketmaster podrían ayudarnos a luchar contra la reventa“, escribió. “No estábamos de acuerdo con lo de los ‘precios dinámicos’/’subida de precios’/’entradas platino’, porque es en sí mismo un poco una estafa…. ¡Eso es una conversación aparte!”. @rockfm
Extra: ¿Qué está pasando con el precio de las entradas de los conciertos?
Una de las noticias que dejan estos precios ha sido el fuerte encarecimiento de las entradas de pista, respecto a las de grada. Parece que la industria ha tardado 50 años en darse cuenta de que ver al artista de cerca tiene más valor. ¿Pero en qué momento el mercado se ha vuelto loco en cuanto a todos los precios? ¿Por qué, además, las entradas cambian de precio según el día. La subida de precios y el exceso de oferta se ha llevado por delante tours de gente de tamaño medio. Sin duda ha subido el coste del montaje, el coste de la luz…