Victoria tiene 94 años, y hace unos días unos okupas aprovecharon que se había ido unos días para asaltar su casa en Portugalete y cambiar la cerradura. La policía, lejos de sacar a esa chusma de su casa, le daba a la señora fecha para un juicio. Ella, como es normal, no entendía nada.
La cosa no mejoró. Los okupas empezaron a vender los bienes y enseres de la señora en el mercadillo…
Y aquí viene lo bueno. La “presión popular” (los vecinos con cara de matar) acaba consiguiendo que los Okupas salgan por patas.
Soy más de paz que de guerra, tiro más por el diálogo, la calma, etc… pero claro, eso siempre que haya un marco legal que te proteja contra los delincuentes. Si se meten en tu casa, y encima la ley te emplaza a un juicio para luchar por lo que es tuyo… apaga y vámonos.