Los niños y los borrachos nunca mienten. pic.twitter.com/Vq57rvXSfd
— MEJORES VIDEOS (@ffoottooss) February 1, 2019
Hola maese measentado. Te vengo a contar mi experiencia con el 016, ya que veo que está candente el tema. Me pasó hace dos años que, en medio de una situación estresante (estaba yo recién operado y no me podía mover apenas) descubrí que mi madre estaba siendo maltrarada por su novio. Me enteré de cosas muy turbias como que la tuvo encerrada días sin darle su medicación para el corazón o que le apagó colillas en los brazos. Y yo pensando que la veía menos porque estaba disfrutando de la vida…
El caso, llamé al 016 para pedir ayuda. Ella no quería dejarlo además, fantástico todo, y yo necesitaba consejo. Me dieron un trato funesto por no ser mujer. Tuve que repetir la historia a varias personas diferentes (con la crisis de ansiedad que llevaba encima y la vergüenza que sentía en ese momento), la única respuesta que recibía era que tenía que ir ella, a mi nadie me ofreció ninguna guía psicológica para ayudarla…Al final salimos de esto, pero sin ayuda.
No es sólo que no atiendan caso de violencia a hombres (que eso lo entiendo, no están para eso, están para algo muy concreto. Como si llamas al seprona porque se perdió tu suegra), es que a los hombres que quieren ayudar a alguien, tampoco. Bueno, esta es mi historia. Salidos, C.
Este aporte viene a raíz del vídeo que posteé hace unos días sobre una mujer llamando al 016 porque su hermano estaba siendo maltratado por su pareja.
Creo que no conciben que un machirulo pueda llamar a un servicio de ayuda a mujeres maltratadas solamente para ayudar a una mujer maltratada… A mí también me ha salpicado algo así en mi familia, pero en mi caso es una pareja de mujeres (gays), en la que una de ellas atiza a la otra, pero la otra no quiere dejar la relación. Al final ves que ni puedes ayudar, ni ella se deja ayudar, ni hay medios para que un “poder” externo interceda. En su caso, con el atenuante de no ser una pareja hetero convencional. A ojos de la justicia son dos seres de luz con “disputas normales de pareja”.
El otro día os traje a Shmee presentando el garaje de un millonetis. Era una pasada, pero seguramente no habría colmado los deseos de los que prefieren los coches más “puros” y con menos electrónica y pijadas modernas.
En este caso Chris Harris visita un garaje espectacular, pero en lugar de buen vino joven, es crianza y reserva. Le ha dejado con los huevos vacíos.