Las nuevas generaciones de baterías no tienen este problema, pero los coches anteriores que forman parte del parque automovilístico serán más seguros con esta técnica liberada.
Aunque los estudios han demostrado que los incendios en los coches eléctricos son menos habituales que en los térmicos, cuando se produce uno, es mucho más complicado y costoso de apagar que si se hubiera producido en un gasolina o diésel. Renault ha dado con una fórmula para acelerar el proceso de manera considerable y ahora ha liberado su solución para que la puedan utilizar otros fabricantes. @elpais