Believer ha invertido 123,35 millones de dólares en estas instalaciones que, según la compañía, tendrán unos 18.500 metros cuadrados y podrá producir unos 10 millones de kilos de carne al año. Believer dice tener un proceso de fabricación que reduce el singificativamente coste de producción, uno de los talones de aquiles de esta tecnología. La compañía asegura que ha conseguido reducir el precio de la producción de sus pechugas de pollo (de 450 gramos) de 15 euros a sólo 6,80. @elconfidencial
Esta es la pinta que tiene una pechuga de pollo cultivada en Believe:
Que este tipo de carne llegue a nuestras mesas en masa depende de las agencias reguladoras. Por ahora solo la de Singapur y la de EEUU se han subido al carro y todo apunta a que la europea lo hará pronto.
Enviado por Wolffit.