La ‘paradoja de la línea de costa’ consiste en que es imposible saber con precisión cuánto mide la longitud de una línea de costa debido a sus propiedades fractales. Como la línea de costa está muy fracturada, llena de giros y vueltas, su longitud depende de la forma en que se mida: cuanto menor sea la longitud del segmento de medición, mayor será la longitud final medida. Por ejemplo, en un tramo de 100 km, la longitud de la costa del Reino Unido es de 2.800 km, pero si se reduce el segmento a 50 km, aumenta a 3.400 km, y así sucesivamente.
Dado que es posible identificar curvas de cualquier tamaño, desde las que tienen cientos de kilómetros hasta las que se reducen a fracciones de milímetro o menos, no es fácil encontrar el elemento más pequeño a tomar para la medición. En consecuencia, tampoco es posible determinar sin ambigüedades el perímetro de una zona dada. Es extraño, pero los científicos no han sido capaces de encontrar una solución a esta paradoja.
Enviado por Jumy.