[…] Un ingeniero de ventas acude a visitar varias empresas para su área de negocio. Son las diez de la mañana y Siegfried decide tomarse un descanso y parar en un estacionamiento forestal. Aparca y sale de su BMW color blanco cuando, de repente, un desconocido le asalta a punta de pistola. Sin mediar palabra, le dispara en el rostro y el hombre cae desplomado sobre el asfalto. El criminal huye con el vehículo de su víctima. Quería robar un banco. Su identidad: el denominado ‘asesino del martillo’. […] @lavanguardia.