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@larazon.
En ABC han conseguido dar con la información.
[…] Detuvieron a los tres individuos, de 33, 32 y 28 años. Son de nacionalidad hondureña, ecuatoriana y española.
La mujer apenas recordaba nada de lo sucedido, ni como había llegado hasta el vehículo, estacionado en las inmediaciones de una discoteca de música latina en la que había estado esa noche y en la que había coincidido con al menos uno de los tres […]
Antes muertos que admitir el problema con la sobrerepresentación de gente procedente de culturas menos civilizadas en delitos violentos… Entre las “Reyertas”, los “clanes” (del Fortnite, claro), y las violetaciones en grupo casi siempre protagonizadas por gente de fuera, uno prefiere que no le den la noticia antes de que se la den cocinadita por si le da por pensar.
Estos días estoy viendo en las noticias que se habla de “casos importados” y “casos locales o autóctonos”, cuando se hace mención a los infectados por coronavirus. Porque no es lo mismo que el contagio se dé localmente, que traer un enfermo de fuera. Ambos escenarios son diferentes y es importante diferenciarlos para tomar las medidas oportunas. No pasa lo mismo con la delincuencia. Por mucho que tengamos tipos delictivos con una sobrerepresentación brutal de ciertas culturas, la corrección política impide hablar de “casos de cultura importada”. Pues amigos, las enfermedades no son solo patógenos que se transmiten por vía aérea, también son mentales. Igual que las cuarentenas se hacen sobre grupos de riesgo bien identificados, no es justo que paguen justos por pecadores y se considere a todo un género como un ente peligroso por un reducido grupo de individuos entre los que hay un porcentaje con “cultura importada” muy por encima de su peso censal.
