En la década de 1980 los rumanos debían contentarse con oír el despliegue de testosterona de Chuck Norris, Sylvester Stallone, Jean-Claude Van Damme, Arnold Schwarzenegger y compañía en voz de una mujer. Más encima, una de voz particularmente aguda. Irina Margareta Nistor, para ser precisos, una traductora que sorteó la censura del régimen comunista y dobló por sí sola más de mil películas. Entre 1985 y la caída de la cortina de hierro, surtió a un país completo con lo que el régimen no quería mostrar, y luego continuó entrada la década de 1990.
En el video, el doblaje de Terminator 2 (que parecía castrati…)
@datosfreak enviado por Fácil Nejo.