Los chavales seguirán llegando a los 18 años sin saber hacer una factura, o llevar la economía de una casa, o hacer su declaración de la renta, o un modelo 303 del IVA, o desenvolverse en una entrevista de trabajo… pero dirán “portavozas”, que es lo importante.
Ahora resulta que ir a una manifestación apoyada por todos los partidos (menos uno, que curiosamente es tildado de nazi), por todas las empresas, por todos los sectores… es revolucionario. Revolucionario es no ir, no tragar con todas las locuras que hay escritas en el manifiesto, y aguantar que te apunten por el dedo por no secundar la huelga que parece haberse convertido en obligatoria. En varios centros los profesores han preguntado a los alumnos uno por uno si van a ir, y si no van, deben acudir a clase. No se avanzará en el temario (por ser solidarios con los huelguistas), pero hay que ir. Para que quede buena constancia de los disidentes. Muy recomendable sobre todo si los tutores son abiertamente ultrafem.
Las Gafas Podemitas 😎 pic.twitter.com/Ec8dRgybLp
— puertalsótano (@puertalsotano_s) March 5, 2019