Fue tanto el cántaro a la fuente…

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Fue tanto el cántaro a la fuente...

Creo que cuando te meten un revés, está bien admitir la derrota y aplaudir al rival. Si andas dándole ceraca a todas las tías (y tíos) que modifican o adornan su cuerpo para gustar más, y tú me llevas los brazos adornados con pinturas rupestres (que me da a mí que no nacen de forma natural), pendientes, anillos, pulseras… Igual un poco de razón tiene la chica, y lo mismo es más coherente que tú. Llámame loco.

Lo importante, más que hacer una cosa o la contraria, es ser coherente y no engañarte a ti mismo. Si vas enseñando pechuga y dices que no lo haces para que te miren los demás… chirría. Si no te importa admitirlo, tienes mis dieses. Pero criticar a la gente que quiere gustar, cuando tú haces lo mismo (a tu manera)… se presta a un zasca como este. Además querer gustar, aunque sea con métodos “artificiales”, es algo totalmente natural… paradójicamente.

BRUJERÍA