En los últimos días, se viralizó en las redes sociales el video de un caso policial que tuvo en vilo a los EEUU hace 35 años: el asesinato del pеdófilo Jeffrey Doucet por el papá de una de sus víctimas, Gary Plauche.
Doucet, de 25 años, era profesor de karate en la ciudad de Baton Rouge, en Louisiana. Ya abusaba sexualmente desde hace un año de su alumno Jody Plauche, de 10 años, cuando un día de febrero lo secuestró y lo llevó a un hotel de California, donde lo vioIó.
El chico volvió con su familia el 1 de marzo de 1984. Dos semanas después, el 16 de marzo, Doucet llegó al Aeropuerto Metropolitano de Baton Rouge para enfrentar su juicio.
Pero mientras caminaba esposado y acompañado por policías por los pasillos del lugar, recibió un disparo a quemarropas en la cabeza. Murió poco después en el hospital.
El atacante no era otro que Gary Plauche, quien esperaba a Doucet camuflado con gorra de béisbol y anteojos oscuros cerca de un teléfono público. El hombre, que muchos describieron como un padre amoroso, había decidido hacer justicia por mano propia.
Aunque Plauche era amigo de varios oficiales de policía en Baton Rouge, había recibido el dato de la llegada del agresor de su hijo de empleados del canal local WBRZ-TV, el mismo que grabó el momento en que Plauche mató a Doucet.
Enseguida los policías lo desarmaron y al reconocerlo le preguntaron: “¿Por qué, Gary? ¿Por qué?”. La frase se volvió el título de un libro que Jody Plauche publicó el año pasado en el que cuenta su versión de la historia.
El caso generó una gran controversia en Estados Unidos, entre quienes pedían la absolución de Plauche y los que querían verlo condenado por asesinato.
Plauche finalmente recibió una condena de siete años en suspensión, con una probatoria de cinco años y 300 horas de servicio comunitario, pero nunca fue a la cárcel.
Murió en 2014 de problemas cardíacos y en varias oportunidades, contó a los medios que no estaba arrepentido de haber matado a Doucet.
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