[…] “Hemos colonizado la pista”, dice Isabel Trías, directora del colegio público El Martinet, en el pueblo de Ripollet (Barcelona), que ha desterrado el uso de la pelota. Allí los alumnos no juegan al fútbol ni al baloncesto. En ningún momento de la jornada escolar. La pista es una explanada en desuso sin porterías ni canastas en la que los trazos de colores son casi imperceptibles. Rodeada de montículos de tierra con pequeñas construcciones hechas con troncos y con cabañas de madera, ese trozo de cemento es uno de los símbolos de la lucha de este colegio por implantar su propio modelo de escuela, en el que no hay asignaturas y los niños no almuerzan bocadillos, sino fruta y frutos secos. […] [Noticia]
Por un lado le veo sentido, porque incluso cuando yo iba al colegio (y eso que mi colegio tenía mucha superficie para jugar) el fútbol hegemonizaba el espacio. Pero por otro lado veo lo de siempre: limitar la libertad de elección de la gente, y en definitiva, ir en contra de Darwin. Tiene sentido que si los chavales quieren jugar a fútbol, lo hagan en horas no lectivas, para no monopolizar el recreo. Pero también si monopoliza el recreo es porque muchos niños quieren jugar a eso… Da la sensación de que estamos pasando de educar, a dirigir el pensamiento.
Ya hablé de esto hace unos años, pero este vídeo está mejor 😉
Cuando el sol incide sobre agua tratada con cloro y demás desinfectantes, convierte el inofensivo bromuro en bromato. Y el bromato no es precisamente inofensivo… es cancerígeno (y esto no es bromuro, badum tss!). Es cancerígeno en exposiciones prolongadas, por eso los reguladores insisten en que los niveles deben mantenerse por debajo de los 10 microgramos por litro de media en un periodo de 12 meses.
Para evitar esta reacción química promovida por los rayos solares, a alguien se le ocurrió la excéntrica pero original idea de cubrir los embalses con bolas de plástico opaco. Además, al contrario de lo que pueda parecer, están parcialmente llenas de agua, para que el viento no las haga volar y los vecinos tengan una lluvia de miles de bolas de plástico al primer día de viento fuerte.
Como dijo Robert Frost: “Perdona, oh Señor, los pequeños chistes que hago sobre ti, y yo perdonaré esa gran broma que tú me hiciste a mí.”
De los creadores de los aeropuertos nuevos fantasma llegan… las ciudades fantasma recién construidas.
“Luisillo el pillo” ha ido a visitar una ciudad prefectura (las hacen desde cero para intentar que no se acumule demasiada gente en las grandes ciudades) y lo que se encuentra es una ciudad totalmente vacía pero con hoteles y restaurantes funcionando sin clientes. Curioso cuanto menos.
Enviado por Arturo P.
Se acerca el verano y muchas mozas se enfrentan a él en la más absoluta de las solterías. Una empresa que fabrica flotadores ha pensado en ellas y ha creado este flotador del averno.
La posición de las manos… 😀
Lo venden aquí [LINK]