La República | El felino había sido separado de su amo con anterioridad, debido a que Julian Assange “no se molestaba en cuidarlo”. El minino “podía ir a todas las habitaciones; sospechábamos que podía llevar un dispositivo … para espiarnos”, aseguró el funcionario ecuatoriano.
Yo he entendido lo que quiere decir Oriana Fallaci (aunque la frase no es suya, es de Ennio Flaiano), periodista y escritora de reconocido prestigio, que además formó parte de la resistencia a la ocupación Nazi en Italia. Se entiende como antifascista al activista en contra del fascismo. Y esos “ANTI” acaban repitiendo conductas violentas y de intolerancia a las ideas opuestas.
Otra analogía: el nacionalismo. Lo contrario a un facha no es un independentista, ambos son “fachas” a su manera, ambos anteponen patria a cuestiones racionales. Cualquiera que haya nacido en los 70/80 y haya vivido su infancia en Euskadi, sabe lo que es fascismo del bueno, y las banderitas no eran precisamente de España. Lo contrario a un facha es un demócrata. Lo contrario a un nazi, es una persona tolerante. Lo contrario a un machista, es una persona justa e igualitaria (la etiqueta “feminista” hace tiempo que se corrompió). En definitiva, que los polos opuestos no son siempre los representantes del bien y del mal, de hecho lo más normal es que ambos extremos sean el mal.
Pablo Casado en un mitin en Galicia:
“…Aquí somos +1.000 personas. Pues ETA ha matado a 800. ¿Os imagináis ver estas dos carpas… ahora que prácticamente todos los que estáis aquí sentados sois tantas personas como las víctimas de los criminales de ETA.?…”