La Audiencia en Vigo dice que a la esposa separada, a sus 58 años, le queda poco margen de aspiraciones profesionales tras una vida dedicada a criar a su hija y atender la casa.
La Audiencia concluye que el hecho de que «ella vuelva al mercado laboral 26 años después, con 58 años, le deja poco margen de aspiraciones profesionales y el esposo cuenta con capacidad económica suficiente para hacerle frente». La Audiencia calcula que la mujer debería haber cobrado un salario de 282 euros al mes por sus tareas domésticas. @lavozdegalicia
Ojo que ella pedía 183.629 euros, y a él le condenaron a pagar 120.000, pero recurrió porque ella también se beneficiaba de esa situación. Al final le toca pagar 88K.