Resumen de la situación en Francia (y en España).
Y dentro de todo este pánico, caos y desinformación, se rechaza cualquier forma de debate sosegado que busque los grises de situaciones altamente complejas. Y se entierra todo bajo un océano de reduccionismos baratos y demagogias de todo pelaje que los populistas quieren utilizar para vendernos su pedrada particular. Algo que por cierto funciona a la perfección cuando vemos las imágenes de lo que está sucediendo en Francia, al tiempo de que la respuesta institucional, después de echarle la culpa a los videojuegos y las redes sociales es EL SILENCIO.
Y entre la izquierda de que el problema es el racіsmo de las fuerzas del orden y que quemar bibliotecas, comisarías, coches y cualquier elemento que sea susceptible de ser quemado con una cerilla y un bidón de gasolina es bien; y por el otro lado la derechita de “mоrо muertо, abono pa mi huerto”, se está quedando un paisaje poblado por subnormales profundos en el que algo de información crítica y racional parece un oasis en el desierto.