“Me dice ‘¿estás bien?’. Y yo, ‘No, los tipos de Disney han venido a darme una patada en el culo por retrasarme dos días en el calendario’. Sean dice ‘¿quieres que te ayude?’. Corte a: estamos cenando con los ejecutivos de Disney (…) Anuncio que al señor Connery le gustaría pasarse y saludar. Sean aparece y se sienta frente a los ejecutivos boquiabiertos”, escribe Bay en su texto.
Entonces, según recuerda el director, un imponente Connery estalló frente a los ejecutivos al saltar en su defensa. “¡Este chico está haciendo un buen trabajo, y vosotros vivís en vuestra puta torre de marfil de Disney mientras nosotros necesitamos más dinero!”, gritó. De tal forma que los ejecutivos, tras unos segundos de muda sorpresa, dijeron “vale, ¿cuánto?” y Bay no solo no fue amonestado por retrasarse, sino que recibió más dinero para seguir con La roca.
“Lo hizo porque adoraba las películas”, concluye Bay. “Amaba la excelencia y hacía lo mejor que podía. Su ética de trabajo no tenía rival, la mejor que he experimentado nunca”.