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Y ya de paso le han borrado esos tatuajes de flechas tan feos que tenía en la cara. ¡Buen trabajo!
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Y ya de paso le han borrado esos tatuajes de flechas tan feos que tenía en la cara. ¡Buen trabajo!
Puede que estire demasiado algunos conceptos arquitectónicos muy amplios para hacer símiles con Pocoyó, pero igualmente el vídeo es interesante.
Luis aseguró que “siempre he sido una persona discreta. Me gusta ser normal”. De hecho, reconoció que solo una relación y ni siquiera viviendo juntos decían que eran pareja. “No me gusta ser tan evidente [como otros gais]”, dijo de forma rotunda. “Yo no tengo vida gay, de hecho, nunca he ido a un bar gay y quien no lo crea que envíe la foto. Soy gay… a mí lo que me gustan son los hombres, no los gais”, reconoció durante la cena a su cita.
Por el contrario, Carmelo es una persona que le encanta bailar y moverse por el ambiente “gay”. “Yo voy mucho por el bares gais y si la gente por la calle me dice mari*** no me importa. Lo primero que hay que hacer es amarse a uno mismo, solo así podrás luego querer a cualquiera”, reconoció el italiano.
La decisión estaba clara, ya que desde un principio ninguno de los encajaron. Para Luis su cita era “muy amanerado” y para Carmelo su compañero esa noche no era su “prototipo”. Así, los dos solteros llegaron con las cosas muy claras a la decisión final y ninguno quiso repetir. @sensacine
He escuchado esto más veces. El mundo está lleno de gays “homófobos” (énfasis en las comillas) a los que no les atrae nada el rollo amanerado. Es un gusto más, totalmente respetable. Pero a la hora de expresarlo hay que tener cuidado porque vivimos en un campo de minas constante.
Aportado por StopInventing.
Impotencia y frustración tras la última agresión registrada en el servicio de Urgencias del Hospital Santa Ana de Motril que se salda con un enfermero, una celadora y dos agentes de seguridad malheridos y con el nerviosismo aún en el cuerpo tras recibir múltiples patadas, arañazos y puñetazos, además de amenazas de muerte. Los hechos ocurrieron la madrugada de este martes, en cuestión de minutos algo se torció en la puerta de emergencias del Hospital, y lo que comenzó como una llamada de ayuda ante el mareo de una persona que esperaba fuera noticias de un familiar ingresado, acabó en una agresión multitudinaria.
Una de las personas afectadas, que prefiere no identificarse tras el episodio vivido la pasada noche, señala a Granada Hoy que aún casi no se creen lo que pasó. “Nunca había vivido una agresión de está magnitud, todo pasó muy rápido y la impotencia es que de buenas a primeras nos rodearon y empezaron a pegar patadas y puñetazos por todos lados. No sólo había personas adultas, fue un todos contra cuatro”.
Pasadas la una de la madrugada el miembro de una gran familia de la zona ingresa en el Hospital con pronóstico reservado, al poco tiempo distintos familiares comienzan a llegar a las inmediaciones del centro hospitalario, unas 30 o 40 personas según varios testigos. @granadahoy
Por supuesto en la noticia no dan ningún detalle de esa familia, aunque todos sepamos lo que hay.
¿Podemos ver ya un patrón o sigue siendo tabú narrar una realidad?
Enviado por FernandoE.