No me lo digas, detrás iba otro coche lleno de melones…

No me lo digas, detrás iba otro coche lleno de melones...

 

[…] El vehículo estaba ocupado por dos varones y una mujer. El habitáculo estaba repleto de aceituna por todo su habitáculo, desde los asientos delanteros, incluyendo todo el maletero y hasta el techo. […]

Me imagino al tío conduciendo con aceitunas hasta las rodillas, y haciendo aceite cada vez que frenaba o aceleraba… menudo festival de vendimia sobre ruedas.

No me lo digas, detrás iba otro coche lleno de melones...

El coche está perfecto para vender por Wallapop. Nunca en sircuito, siembre olivos.

[Noticia]

Mientras tanto, en Vitoria…

En Vitoria y con esa actitud… a este baboso le gusta el riesgo.