Buenos días Fino.
Soy seguidor tuyo desde las olimpiadas de invierno de Soria 95. Soy maestro de primaria y músico aficionado aunque me creo la puta hostia al piano. Fui votante de izquierda y militante desencantado. Meo sentado e Irene Montero y su séquito me da tremendo miedete e incluso cierto rechazo por no decir que me dan todísimo el asco
Te escribo porque desde hace un par de años, mi novia que hizo un máster de sostenibilidad ecosocial(nunca me aprendí el nombre del máster) y aunque al principio yo era muy escéptico y hemos tenido peleas de órdago, poco a poco y leyendo y escuchando expertos con opiniones a favor y en contra, y con la cantidad de influencia postapocalíptica en la ficción de hoy en día (last of us, apagón, colapso etc…) no dejo de tener la impresión y la sensación y con el tiempo y la cantidad de gentuza que hay en la dirigencia de las naciones, la certeza de que el colapso energético, tarde o temprano llegará. Igual alquilar las zapatillas es de que se te ha ido la puta cabeza, pero lo de la economía compartida no lo veo como algo muy lejano.
Se plantean escenarios jodidos. El decrecimiento económico creo que es un hecho por el cual sí o sí vamos a tener que pasar.
He llegado a leer las posibles situaciones, si no descendemos nuestro nivel de consumo y gasto en un 80 o casi 90% nos vamos a ir a la puta. Es algo que creo que es imposible con la sociedad que hemos ido creando y a ti como capitalista convencido te quiero preguntar qué piensas. De paso a toda nuestra adorada comunidad.
O nos bajamos del barco de gasto y consumo, ecofascismo, neo feudalismo o colapso y nos vamos a la mierda. @Ximo
No soy un “capitalista convencido”, es que no veo alternativa posible (y viable). Tampoco creo que nuestro mayor problema vaya a ser precisamente energético. Nuestro mayor problema va a ser asumir el retroceso y que cosas que los de “clase media” pensábamos que eran un derecho, pasen a ser un lujo. El peligro es que esta situación se entienda como una oportunidad para aumentar las medidas comunistoides y acercarnos peligrosamente a ese nefasto sistema socio-económico.