Gasolina para la conspiranoia. Es el 5G fijo… o los microondas… o…
Los hombres van a tener problemas para ser fértiles en apenas una década, de seguir este ritmo: la cantidad de espermatozoides por eyaculación no ha dejado de bajar desde hace casi un siglo. Su concentración también ha bajado a menos de la mitad que hace 50 años, acercándose al umbral de la infertilidad. Y el ritmo del descenso se ha acelerado en lo que va de siglo, doblándose. Son los datos alarmantes de un trabajo con estudios de 53 países. Los autores de la investigación no se han adentrado en las causas, pero señalan a determinados hábitos de vida y la exposición de contaminantes químicos ya desde el feto. @elpais
Leyendo el artículo dicen que los tratamientos de fertilización artificial estarían agravando el problema, ya que gente que genéticamente tiene problemas para procrear, estaría procreando igualmente, algo que se opone frontalmente a la teoría de Darwin.
Sea como sea los resultados del experimento “Universo 25” comienzan a verse en el ser humano:
El caos en el Universo 25 era absoluto. El paraíso de los ratones se había convertido en un infierno. En 1970, habiendo pasado menos de dos años desde que se inició el experimento, nació la última camada de ratones de este hábitat, por lo que la población se estancó y comenzó a caer en picado.
Los individuos habían perdido la fertilidad, por lo que, llegados a este punto, la sociedad no tenía salvación posible. Lo que ocurrió desde entonces hasta el año 1973 fue la progresiva e inevitable muerte de todos y cada uno de los ratones que conformaban el Universo 25, extinguiendo para siempre ese intento de utopía, pero dejando cuestiones muy interesantes tras este evento.
Otro párrafo interesante del mismo estudio:
No había amenazas externas, pero comenzaron a generarse las de tipo interno. Los ratones estaban cada vez más juntos y eso implicaba peleas territoriales, traslados constantes a otras zonas del Universo 25, etc. Y surgió el problema fundamental: muchos ratones dejaron de tener un papel en esa pequeña sociedad. No había roles para todos los individuos.
Debido a este fenómeno, muchos de los roedores se mostraban apáticos, dejaban de moverse e interactuar, ya que no ocupaban un papel significativo en ese pequeño mundo. No tenían utilidad. John B. Calhoun bautizó este fenómeno con el término de drenaje conductual, o hundimiento conductual.
@Pepy