Pulso electromagnético, el arma que puede hacer retroceder a una ciudad al siglo XIX

Estados Unidos, Rusia y China trabajan en sus propios proyectos. El Pentágono cree que Irán y Corea del Norte también lo hacen.

Pulso electromagnético, el arma que puede hacer retroceder a una ciudad al siglo XIX

El pulso electromagnético o EMP (por sus siglas en inglés) empieza posicionarse como el santo grial del armamento del futuro. Sus efectos altamente destructivos, casi sin dejar víctimas mortales, son conocidos desde mediados del siglo XX, pero hasta ahora no se han podido concretar en un arma tangible que permita a una potencia militar alcanzar la supremacía en este campo. No obstante, hasta cinco países tendrían abiertos ahora mismo diferentes programas para desarrollarla.

El descubrimiento de este pulso se produjo durante las pruebas de las bombas atómicas. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética se dieron cuenta de que cuando hacían estas pruebas en la atmósfera, se generaba una emisión de energía electromagnética muy breve pero de muy alta intensidad. La consecuencia es que todo componente electrónico que estaba en un amplio radio de kilómetros quedaba achicharrado, totalmente quemado, e inservible.

Sin causar apenas muertos –sólo fallecerían aquellas personas con marcapasos o que tienen implantado algún dispositivo electrónico en el cuerpo– se podría mandar a una ciudad o un territorio al siglo XIX en cuestión de segundos. Todo lo eléctrico dejaría de funcionar. Adiós internet, telecomunicaciones, vehículos, maquinaria de fábricas, fuentes de energía, sistemas hospitalarios o bancarios… En definitiva, adiós tecnología. @libertaddigital

Gente con marcapasos:

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