El chaval se siente muy mal por ver el animal muerto, y el padre defiende a su hijo. El conductor les dice que ellos probablemente compren carne a diario en el supermercado a lo que ellos asienten, entonces les dice que la carne del supermercado es de animales que han sufrido mucho más que el ciervo que acaba de matar (y que tiene la intención de comer), que han nacido en cautividad y unas condiciones de vida insalubres. Le dice al padre que debería explicar a su hijo que eso es parte de la vida. Y luego… la cosa se descontrola un poco.
Esta es la sociedad monguer que está plagando el mundo. Tened por seguro que ese chaval acabará siendo vegano y salvará antes a un perro que a un bebé.