Salvador Méndez Verdún, el sintecho que llevaba dos años viviendo en el aeropuerto de Barajas y que fue contratado hace un mes por un empresario de Peñamellera Alta tras verlo en televisión, ya no está en Asturias. Asegura que intentó con todas sus fuerzas adaptarse al trabajo (hacer camas y limpiar habitaciones), pero solo aguantó tres días. “No era lo mío. Era muy duro”, confesó ayer desde Logroño, a donde se ha ido a vivir con su novia. @lne