El Tesla es un GT, un coche amplio, muy potente, con mucha autonomía para ser eléctrico y mucho espacio de carga. El Porsche es un deportivo, con menos autonomía, menos espacio, tan potente como el Tesla, pero más ágil, y con un as bajo la manga: una caja de cambios de dos marchas. Esto es lo que va a marcar la diferencia, ya que cuando el Tesla deja de tener chicha porque el motor eléctrico sale de su rango óptimo de giro, el Porsche engranará la marcha superior y se distanciará lo suficiente para poder decir que es más rápido.
Veía venir hace tiempo las cajas de cambios en los coches eléctricos deportivos, pero no pensaba que llegarían tan rápido.
Sea como sea veo que la diferencia de rendimiento en línea recta es tan pequeña, que seguramente Tesla no tenga ningún problema en volver a ponerse por delante con la inminente versión Plaid de su buque insignia. Y sin necesidad de caja de cambios.