Es eléctrico, tiene tracción a las 4 ruedas, y su esquema de suspensión es… exótico.
Las limitaciones de los coches con motor a combustión, y por tanto, dependientes de un tren de transmisión, no se aplican a este coche. Al tener 4 motores independientes (uno por cada rueda), no hay límites para imaginar recorridos de suspensión imposibles.