Los hechos se remontan al martes de la semana pasada, día 4 de julio. Sobre las 14.10 horas de la tarde, en la entrada de las urgencias pediátricas del Hospital, el acusado, «enojado con el equipo médico que justo regresaba al centro hospitalario en ambulancia y que acababa de atender a su hijo de ocho meses en su domicilio», según el relato del fiscal, comenzó a gritar: «Es mi hijo, tengo derecho a verlo». No obstante, terminó siendo interceptado por los ambulancieros.

Aun así, esto no sirvió para pararle los pies. «Como el acusado no deponía su actitud», el médico de la ambulancia se bajó del vehículo para hablar con el hombre. Entonces, el acusado le cogió del cuello y lo empujó contra la pared, donde le propinó un primer puñetazo en la mejilla izquierda. El médico consiguió esquivar un segundo puñetazo con sus brazos. Mientras le agredía, el acusado le gritaba, muy alterado: «Te voy a matar». @elcomercio