Yo me llamo Josu, y mi infancia coincidió con el momento en el que Los Morancos pusieron de moda el grito “JOSUAAAAAAA”, así que ya no me llamaba Josu, me llamaba Josuaaaaaaaaaaaaa. Por supuesto por tener gafas era cuatro ojos, y al tener aparato daba mejor cobertura a los móviles de mis compañeros y tenía descuentos en Renfe.
En este caso la gente asocia sin necesidad de que la marca aporte connotaciones negativas a su producto. Aunque se llamasen “chocolatitos”, los críos usarían esa palabra para putear a sus compañeros negros.
Los Conguitos están buenos, los niños se los comen con una sonrisa en la boca, no evocan negatividad, todo lo contrario. Se llaman Conguitos porque son negros, y ya. Hoy no usarían “Conguitos” para llamar a su producto, pero lo hicieron en su día y ya son un clásico. Está en el nivel de la sociedad entender esto y ponerlo en perspectiva, sin caer en los razonamientos simplones que estamos viendo en redes sociales.
Si ceden a la presión, que lo harán, espero que los llamen Konguitos, y el nuevo personaje sea un gorila de 30 metros. Supongo que en unos añitos tendrán publicidad gratis otra vez por que volverán a cambiar el personaje por razones especistas 😀
Enviado por @GonzaloStampa.
Extra: ¿Casualidad? yo no lo creo…?
En Lugo, admirando la Catedral y la casa romana / museo #DomusDeMitreo pic.twitter.com/QsuYRFKZrY
— Iván Espinosa de los Monteros (@ivanedlm) June 26, 2020