Lo bueno de ser un gato es que puedes hacer paradas REALMENTE imposibles.
Y aquí su primo Cat Lewis, aprendiendo por ensayo-error cómo funciona una cinta de correr.
Lo bueno de ser un gato es que puedes hacer paradas REALMENTE imposibles.
Y aquí su primo Cat Lewis, aprendiendo por ensayo-error cómo funciona una cinta de correr.
Ver post completo