No siempre a igual trabajo corresponde igual salario

No siempre a igual trabajo corresponde igual salario

El artículo de laboro habla sobre discriminación directa e indirecta.

De todo el texto, lo que me ha llamado más la atención es el ejemplo de las limpiadoras y los mozos de almacén. Deduce (falazmente, a mi parecer) que el hecho de que más hombres sean mozos de almacén y más mujeres sean limpiadoras, se debe a motivos de discriminación indirecta, ya que a los mozos les pagan más que a las limpiadoras, siendo ambos trabajos del “mismo valor”, por requerir poca o nula formación.

Mientras nadie le impida a una mujer ser moza de almacén, o a un hombre ser limpiador, el único que tiene potestad para fijar un sueldo (superior o igual al convenio) es al empleador. Para mí está claro que el trabajo de mozo de almacén es menos “ligero” que el de limpiadora. Si se pagase lo mismo al mozo de almacén, y a la limpiadora, sería previsible que los mozos de almacén quisieran ser limpiadores, y muy seguramente ninguna limpiadora querría ser moza de almacén, si antes cobrándose más tampoco querían (o su inferior físico no interesaba para el puesto).

Vuelve a fallar cuando deduce que el hecho de que haya más hombres en puestos de responsabilidad, se deba necesariamente a que haya un proceso discriminatorio en el proceso de promoción, porque “hay más cajeras mujeres, y más hombres con chaqueta negra en los supermercados”.

Mismamente mi madre promocionó hace poco en un supermercado, y por voluntad propia se degradó para volver a trabajar en su puesto anterior. ¿Que hay más hombres que quieren promocionar y asumir responsabilidades por un aumento de sueldo irrisorio? Puede ser. ¿Eso implica discriminación? No necesariamente. También hay muchas más mujeres que trabajan en Berska, o que son enfermeras, o que son profesoras de infantil… son elecciones personales que atienden a un rol autoasumido, y totalmente legítimo. Currar de mozo de almacén o de vendedora de Bershka atiende a similares necesidades (trabajo de baja cualificación, normalmente temporal), pero no exigen la misma cantidad de trabajo. Digamos que mientras una vendedora de Bershka gasta X para doblar 10 camisetas, un mozo de almacén gasta X*10 para llenar un palet. El mozo también puede ir a vender al Bershka, cobrando menos, pero también currando menos. Muchas mujeres no irán a currar de mozo de almacén porque físicamente sea demasiado exigente y no les merezca la pena. “Pero ellas tienen menos acceso a ese trabajo solo por ser mujeres”, ya, y yo no puedo parir. Cosas de la biología.

Lo que sería un claro caso de discriminación es que se crease una figura de “limpiador hi-class” en la que hubiera una cantidad descarada de hombres con respecto a mujeres. Sería básicamente una forma de pagar más a los hombres bordeando la ley. Pero comparar trabajos con un desempeño físico muy dispar, es injusto. Yo he currado en cosas muy variopintas en mi época de estudiante. He sido reponedor en Eroski, rodeado de mujeres, y también he trabajado de mozo de almacén rodeado de hombres. El primer trabajo estaba peor pagado, y aunque te exigían “darte vidilla” no te restaba años de vida en tu espalda. Cuando curraba en el almacén acababa reventado físicamente. Y reponiendo no. Y si hubiera podido ser cajero pues habría sido cajero. Quería un trabajo ligero de verano para sacar algo de pasta. Y esa es la movida, que muchas mujeres de un tiempo a esta parte han buscado curros ligeritos, que aportasen algo de dinero a casa, muchas veces de media jornada, pero sin complicarse mucho la vida ni deslomarse. Y es legítimo. Que ahora las parejas sean diferentes y quieran aportar lo mismo no implica que en todos los trabajos de cualificación similar haya que pagar igual, porque muchos son, o muy ingratos, o muy duros físicamente, y eso hay que pagarlo.