Ocupará un total de cinco hectáreas de terreno en la localidad. Esta producción de tomates a gran escala en Álava -un lugar en el que la climatología no es precisamente la más adecuada para cultivar esta fruta- está poniendo en pie de guerra a organizaciones ecologistas vascas contra un proyecto que ha recibido subvenciones del Gobierno vasco y la Diputación de Álava que suman 4,7 millones de euros, – 4,21 del Ejecutivo vasco y 0,51 millones de Álava, respectivamente-, y del que cuestionan su método de producción “inviable” y “nada sostenible” @eldiario