Cada vez son más los jóvenes que reducen su consumo de alcohol o incluso dejan de beber. Según un estudio de Statista realizado en Estados Unidos, que incluyó a 10.000 ciudadanos de entre 18 y 64 años, la Generación Z —aquellos nacidos entre finales de los noventa y principios de los 2000— es la más sobria de la historia. Además, un estudio internacional de HBSC, respaldado por la Organización Mundial de la Salud, indica que solo el 8% de los adolescentes consume alcohol semanalmente, una cantidad significativamente menor comparada con la de sus coetáneos en 2006. Esta tendencia se refleja en la popularidad de iniciativas como Dry January (enero seco), que surgió en el Reino Unido en 2013, y anima a los participantes dejar de consumir alcohol durante el primer mes del año como respuesta a los excesos navideños. @elpais