Los perros y gatos se han convertido en protagonistas de pleitos civiles de separación y divorcio en todo el territorio español. Un sorprendente panorama judicial que, según razonó un magistrado en una reciente sentencia, se debe a que “a todos los animales, especialmente si son de compañía, se les dota de un estatuto jurídico novedoso, propio e inexplorado jurídicamente“, rompiendo con el histórico paradigma en el que (salvo contadas excepciones) la justicia fallaba que la mascota debía quedarse con la persona a cuyo nombre estuviera registrada. @elmundo
Extra: Un juzgado indemniza por primera vez a una mujer cuya expareja le impedía ver al perro de ambos.